Si los pastores de la catedral de Santiago de Compostela y responsables de la Xunta de Galicia no supieron custodiar el Códice Calixtino, la obra histórico-museístico principal de Galicia, ¿están en condiciones de dar lecciones y orientaciones a los peregrinos-cristianos y ciudadanos-contribuyentes gallegos? ¿Deben haber dimisiones por ello?

Códice Calixtino

Reproducción Codex Calixtinus, Folio 4r, Apóstol Santiago, de enciclopedia Wikipedia

Reproducción Codex Calixtinus, Folio 4r, Apóstol Santiago, de enciclopedia Wikipedia

 

 

 

Objeto robado

El Códice Calixtino, es decir, el manuscrito de mediados del siglo XII, robado a comienzos de la semana pasada de la sala y caja fuerte en la que se custodiaba en la Catedral de Santiago de Compostela, es en opinión de los entendidos, una especie de guía para los peregrinos que seguían el Camino de Santiago en su viaje a la ciudad del Apóstol Santiago, desde todas las partes del mundo y principalmente desde el continente europeo, con consejos, descripciones de la ruta y de las obras de arte, así como de las costumbres locales de las gentes que vivían a lo largo del Camino.

Retraso imperdonable en la denuncia

Esta obra y documento excepcional, de valor incalculable, se conservaba en la Catedral de Santiago de Compostela, de la que fue robada/sustraída el 5 de julio de 2011, fecha en la que se notificó “oficialmente” su desaparición de la caja fuerte donde estaba custodiada supuestamente.

Según todas las informaciones publicadas la fecha, los archiveros de la catedral de Santiago de Compostela echaron en falta la obra y denunciaron el robo a las autoridades con retraso no aclarado, tras conocer su desaparición, lo que constituye en sí mismo un hecho insólito y que da pie a numerosas interrogantes sobre la fecha real en que fue sustraído el Códice Calixtino y conocido el robo por los responsables de su custodia y el propio Dean Responsable de su Custodia, así como del propio Arzobispo, Monseñor Barrio.

¿Sustraído de una cámara blindada?

El Códice fue sustraído, según lo publicado, de una cámara blindada donde se encuentran depositadas las obras más valiosas del archivo de la catedral y de la propia Diócesis de Santiago, la más importante de las provincias eclesiásticas de Galicia, nos hace dudar de tal aseveración, máxime al no tener señales de haber sido forzada, lo que hace decaer del argumento aducido y lugar en el que se encontraba en el momento de robar el Códice Calixtino. Las investigaciones realizadas a posteriori por la policía especializada revelaron, al parecer, que el hurto se había producido la semana anterior a la denuncia el martes 5 de julio.

Un fallo que no se había producido en 800 años

La versión oficial de lo ocurrido, para tratar de justificar lo injustificable, consistió en manifestar que “el sistema de seguridad del texto era muy riguroso, lo que había permitido mantenerlo a buen resguardo durante 800 años”, hecho que desmonta el propio argumento, por cuanto pasó en unos instantes lo que no pasó en 800 años, lo que constituye un fracaso del propio sistema de custodia de la obra y por lo tantee de falta de “in vigilando”, de responsabilidad y de organización diseñada para su custodia segura.

Llaves a disposición de los ladrones

La llave de la caja fuerte, sin embargo, era vigilada de un modo más laxo: las llaves se encontraron colocadas en la cerradura de la caja que custodiaba el que se considera la mayor joya del templo compostelano, llegándose a sospechar que alguien pudo incluso a sustraer en una primera fase las llaves para hacer una copia y luego poder utilizarla para el robo efectivo en el momento que no estuviera colocada en la puerta en la caja en la que se guardaba esta joya mundial.

No era fácil de sustraer

El Codex Calixtinus consta de cinco libros y dos apéndices, con un total de 225 folios de pergamino escritos en las dos caras, con un tamaño de 295 x 214 mm., lo que le confiere un tamaño de cierto volumen que no es fácil de sustraer ni de esconder para poder sacarlo sin ser visto de la propia catedral, lo que podría reforzar la tesis de que pudieron existir cómplices o cooperantes internos, por acción u omisión, que –a nuestro juicio- no habría que descartar, lo que tampoco sería la primera ni segunda vez que ocurre con el patrimonio expoliado, sustraído o robado de las iglesias gallegas, pista e hipótesis que –al parecer- es una de las líneas de investigación de trabajo de la policía especializada que está trabajando en este caso, de repercusión mundial, como lo prueba la difusión de la noticia en la prensa internacional y más solvente.

Despropósito

Si ello es grave, muy grave, sorprende igualmente que la legislación vigente sobre la protección del patrimonio histórico otorgue a este manuscrito la misma protección jurídica que a otros bienes de interés cultural de valor infinitamente más bajo, al compartir estatus con las construcciones rurales de más de un siglo, al otorgarle la misma protección jurídica que un hórreo que supere los cien años de antigüedad, ya que ambos bienes históricos están englobados bajo la misma figura de protección jurídica, la máxima establecida por el patrimonio español: la de bien de interés cultural (BIC), lo que prueba y pone al descubierto la falta de rigor y desconocimiento de valor de los bienes culturales existentes en España y en Galicia, lo que es el acto uno de lo ocurrido: una simplificación reprobable, pese a que su existencia es de dominio público.

Falta de rigor

Este robo pone así mimo al descubierto la falta de rigor, responsabilidad y eficiencia de la Xunta de Galicia – Consellería de Cultura, así como de los diputados del Parlamento de Galicia que no saben lo que hay en el ámbito su gobernanza y/o sobre lo que tienen competencias legislativas, por estar opinando y descalificando las 24 horas delante de una tarima con pancarta casi todos los días, haciendo juicios de valor y descalificando al contrincante político en lugar de centrarse en su trabajo cotidiano y por lo que todos reciben buenos sueldos con cargo al dinero de todos los contribuyentes, con lo que podríamos concluir que ninguna institución eclesiástica, administración o parlamento han estado a la altura de lo exigible.

Han fallado todos

La Ley de Patrimonio elaborada por la comunidad autónoma contempla que al ser la Iglesia católica «propietaria de una buena parte del patrimonio cultural de Galicia» Códice incluido, como señaló la pasada semana el presidente de la Xunta, velará por la protección, conservación, acrecentamiento y difusión del mismo», en colaboración con la Administración autonómica; de lo que cabe concluir que han fallado todos, absolutamente todos y lamentablemente la Ley del Patrimonio de Galicia ha sido una declaración solemne más para la galería, como otras muchas, al no aplicarla ni coordinarse, como era su deber, la Iglesia y la Xunta de Galicia.

Predicar y dar trigo

Lamentablemente también, este problema y localización del Códice Calixtino no podrá resolverlo Interpol, máxime al haber sido denunciado el hecho con mucho retraso y no saberse a ciencia cierta la fecha de la sustracción, agravado por el hecho de no existir una cámara de filmación de la zona en la que se custodiaba esta reliquia incunable, por lo que puede concluirse que tanto la Catedral de Santiago, como la Iglesia católica como institución y la Xunta de Galicia y su Parlamento autonómico como Administración competente cámara legislativa más próxima estuvieron a la altura de lo exigible, de los tesoros puestos a su disposición y guarda, lo que es una prueba objetiva falta de competencia y de responsabilidad indudables, que no arregla al “boato” de sus actos litúrgicos solemnes y político-representativos., es decir, una cosa es PREDICAR y otra muy distinta DAR TRIGO. Más coherencia y menos verborrea desde las tribunas y púlpitos es lo que hace falta en este país y en todos los asuntos. Dimisiones En consecuencia, desde esta página web y blog de Castaño y Nogal consideramos que el Responsable del equipo de archiveros que custodiaba el Códice Calixtino, el propio Arzobispo de Santiago de Compostela, el Sr. Conselleiro de Cultura de la Xunta de Galicia y el presidente de la Comisión de Cultura del Parlamento de Galicia y los tres portavoces de los grupos parlamentarios de esta misma Comisión deben dimitir de sus respectivos cargos, por ética, responsabilidad y coherencia con la importancia de lo sustraído, como efecto didáctico de la nueva etapa política que están reclamando los “indignados” del 15 M y la ciudadanía en general.

Enlace a otras páginas webs y documentos de interés relacionados con el patrimonio cultural/histórico y el problema de fondo de este comentario:

 http://translate.google.es/translate?hl=es&langpair=en%7Ces&u=http://www.unesco.org/culture/natlaws/

 http://europa.eu/legislation_summaries/culture/l11017b_es.htm

 http://www.antropologiasocial.org/contenidos/tutoriales/patrimonio/textos/leypatrihcogalicia.pdf

 http://es.wikipedia.org/wiki/Patrimonio_hist%C3%B3rico_(Espa%C3%B1a)

 

Enlaces a más información de interés sobre el robo de «Códice Calixtino»:

 

http://www.vtelevision.es/informativos/2011/07/10/0031_26_86174.htm
 
http://www.laopinioncoruna.es/contraportada/2011/07/12/andres-martin-ludena-sospecho-robo-codice-calixtino-robo-oportunidad/513518.html
 
http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2011/07/12/sospecho-robo-codice-calixtino-oportunidad/562321.html

Antonio Álvarez González

Abogado

 

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