Un recorrido esta tarde-noche del martes 22 de noviembre por la ruta del río Donsal, acompañados del perro guía Pancho, provistos de cámara y teléfono móvil, nos permitió obtener las fotos que compartimos a continuación, en las que las gotas de agua de lluvia se transforman en gotas de luz o estrellas diminutas, que por el lugar en que fueron tomadas, podrían ser, en otra época, anillos de una luciérnaga que despiden luz fosforescente de color blanco verdoso.

En el trayecto recorrido por la senda del Donsal había también ramas secas de castaño en el suelo cubiertas de liquen blanco que eran como faros que iluminaban el camino al senderista y su acompañante y advertían de pendientes contiguas de riesgo, en espacio cubierto de hojas secas y mojadas esta tarde-noche, generadoras de emoción y de recuerdos.

Sin duda, los antiguos caminos de carro y senderos rehabilitados con grandísimo esfuerzo para la práctica del senderismo por la actual ruta Quintá-Río Donsal son como una biblioteca y un centro de experimentación y de entrenamiento natural generador de energía y de emoción por la belleza del paisaje en transformación permanente.

Los viejos caminos y sendas rehabilitados son, sin duda, parte de la histórica de la parroquia de Quinta y Comarca de Cancelada en el entorno de Os Ancares Lucenses. Las roderas del paso carros de llanta de acero durante siglos en zonas de roca y tierra prensada, empedrados, escalones, muros y balados, ouriceiras, viñas, huertos, labranzas, prados y sotos de castaños y robles en sus laterales, con paisaje otoñal, son como una biblioteca natural que hablan y hacen pensar al senderista y amantes de la historia y nuestro pasado socio-económico y cultural.

Es o son también huellas vivas de las generaciones que nos precedieron, a los que rendimos aprecio y recuerdo por su legado, una vez más, en este comentario otoñal y prenavideño.

Feliz Navidad 2022 a las amigas, amigos y seguidores de esta página de Castaño y Nogal y a todas las personas que atienden a nuestros mayores y a los niños y niñas del Planeta, y, por supuesto, a los voluntarios y senderistas.

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