Lugo, 15 de marzo.- Esta tarde ha fallecido en la Residencia de la Seguridad Social de Lugo José Álvarez Villar, a los 81 años de edad, a cuya familia trasladamos nuestro más sentido pésame desde el equipo de redacción de este blog.

Su entierro y misa funeral de cuerpo presente nos comunican que tendrá lugar el próximo sábado, a las 6 de la tarde, en la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Quintá de Cancelada, en el municipio de Becerreá (Lugo).

José Álvarez había sido el Alcalde-Pedáneo de Quintá de Cancelada durante varias décadas, de los años sesenta a los ochenta, impulsor-demandante de mejoras en la zona de Cancelada, concretadas en las pistas a las aldeas, el teléfono, traídas de agua, que no había en ninguna de ellas, y otras mejoras básicas en las nueve aldeas de la parroquia de Quintá.

Tras el fallecimiento esta tarde de José Álvarez, el presidente de la Asociación Castaño y Nogal, Antonio Álvarez se puso en contacto con su hijo Chema, secretario de la junta directiva, así como a su esposa Socorro y hermanos, para trasladarles la condolencia de la Asociación, de los socios, miembros de honor, cooperantes, 23 voluntarios participantes en los Campos de Trabajo Internacional de 2010 y 2011 y colectivos de senderistas que se han dirigido a él para trasladarle a él y sus familia el pésame y animarle en estos momentos de dolor por la pérdida irreparable de su una persona de su tiempo, comprometida socialmente, querida y apreciada como José Álvarez Villar.

Con el fallecimiento de nuestro vecino y amigo José do Ferreiro de Quintá,  casa en la que hubo una cantina y una herrería, que venía de sus padres, desaparece también el hombre más jovial de toda la parroquia, el que se disfrazaba, contaba chistes y que con su conocida ironía hacía reír a los niños, particularmente cuando la escuela estaba delante de su casa, al igual que con los jóvenes y mayores, yendo solo o acompañado por las casas en carnaval. Sus gracias tienen provocado lágrimas de alegría donde no había situaciones para tenerla.

José era también un hombre abierto, sin dobleces, un vecino que ayudaba en todo lo que podía, una buena persona a la que se le pedía consejo y colaboración para tareas comunales y particulares, que nunca negó, pero, sobre todo, era también una persona que pensaba en plural, en los intereses de todos. Hubo cosas que no se materializaron como la concentración parcelaria que hoy se reconoce como un grave error vecinal, impulsada de la mano del entonces alcalde Gerardo Pardo de Vera.

En los últimos años, muy limitado de las piernas, no faltó a ninguno de los actos de Castaño y Nogal, compartió momentos de esparcimiento y tertulia con voluntarios de 16 países que vinieron a trabajar altruistamente al sendero de Quintá-Río Donsal, siempre con sus nietos Pablo y Paula, que lo adoraban, y hoy ellos y nosotros sentimos su muerte como algo nuestro que se nos fue para siempre, pero nos queda su ejemplo en vida a quienes hemos podido compartirla con él. ¡Descanse en paz !

Equipo de Redacción web y blog

Asociación Castaño y Nogal

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