

LO QUE SE REPITE SIN ALMA NI CRITERIO… Y LO QUE EL MUSGO SÍ RECUERDA
Publicado por: acn en GeneralClínica natural para una democracia deshidratada, sin plan, sin pulso y sin coherencia
Pensamientos frescos para un verano de niebla política y ecos mediáticos sin fondo
En un país donde los discursos se suceden como estampas recalentadas, donde los titulares se solapan sin alma ni horizonte, la tierra aún respira con fidelidad vegetal. En la Fraga de Baliñas, al abrigo de sombras milenarias, el musgo, el liquen y el río Donsal conservan lo que tantos han olvidado: el saber que no grita pero orienta, la verdad que no se emite pero fertiliza el alma colectiva.
Esta página no es manifiesto ni queja. Es una hoja escrita con savia y raíces, destinada a quienes todavía desean entender, sentir… y sanar. Desde un rincón remoto del mapa político, pero vivo en memoria vegetal y humana, se abre una clínica natural para un país que ha olvidado sus preguntas esenciales.
Detalle de un muro vivo cubierto de musgo: la memoria vegetal de lo que permanece y no se repite, aunque no lo miremos.
I. Donde crece el musgo, brota la memoria
En lo más hondo de la fraga, donde no llegan las prisas ni el ruido de los algoritmos, cuatro presencias coinciden. No son sabios en el sentido moderno, pero sí guardianes del sentido vital y del compromiso con lo esencial:
- El musgo, que solo sobrevive donde la calma vence al estruendo.
- El liquen blanco, que se adhiere a lo antiguo sin destruirlo, filtrando el aire de la arrogancia.
- El río Donsal, que recoge las aguas humildes de su cuenca sin detenerlas ni corromperlas.
- Y un hombre —el presidente de Castaño y Nogal—, que ha caminado descalzo entre silencios institucionales, y ha dejado huellas en piedra, papel… y alma.
Aquí no se pregunta qué partido gana, sino quién cuida lo invisible, quién escucha en profundidad, quién planta y conserva sin esperar foco ni aplauso.
“Lo que no se piensa, se repite.” —Antonio Machado.
Y así ocurre: en tertulias prefabricadas, consejos de gobiernos que no gobiernan y redacciones que confunden libertad con bullicio. Pero el bosque no repite, se adapta. Resiste. Enseña.
Ouriceira cubierta de musgo junto al río: arquitectura de la memoria comunal en los márgenes del Donsal.
II. El liquen como espejo: la democracia sin oxígeno
El liquen, testigo blanco de la salud del aire, no sobrevive en ambientes viciados. Su mensaje es directo: sin equilibrio, no hay simbiosis; sin oxígeno, no hay democracia. Hoy, muchos de los sistemas que deberían cuidarnos asfixian o abandonan. Las instituciones respiran solo para sí mismas. Las plazas se convierten en platós. La palabra se degrada en consigna.
“La política es demasiado seria para dejarla solo en manos de los políticos.” —Charles de Gaulle.
Y en Galicia, en Lugo, como en otros tantos lugares del país, también se ha dejado fuera a quienes construyen sin ruido. A quienes sostienen la vida común desde la base.
- ¿Quién audita el gasto sin alma?
- ¿Quién interroga sobre lo que falta en hospitales, aulas, y montes?
- ¿Quién baja al terreno antes de legislar desde los despachos?
Liquen blanco sobre corteza de roble: termómetro de la salud del entorno, como lo es la verdad para la vida democrática.
III. El Donsal habla en voz baja, pero dice
El Donsal no da titulares. Da vida. No corre para salir en encuestas, pero fluye con firmeza de siglos. Sus aguas limpias no presumen, alimentan. Su cauce no divide, une.
“La esencia del poder es la acción conjunta; el poder muere cuando el diálogo muere.” —Hannah Arendt.
El Donsal responde, con su lenguaje de roca y sombra:
- Quedan árboles con leyenda y sabiduría vegetal.
- Quedan rastros del trabajo callado que no piden reconocimiento.
- Queda el musgo, que aún recuerda.
Y quedan caminos no televisados, pero que han sostenido pueblos, generaciones y vínculos.
Agua limpia del Donsal descendiendo con humildad: habla sin ruido, pero deja huella.
IV. El hombre y los senderos que no salieron en television
El presidente de CyN no es rostro de plató, sino artesano de futuro y memoria. No proclamó, hizo. No compitió, conectó. Ha sobrevivido a la censura que ignora sin negar, al olvido que margina sin explicar. Y convirtió la acción en forma de dignidad persistente.
“Pesimismo de la inteligencia, optimismo de la voluntad.” —Antonio Gramsci.
“La claridad es la cortesía del filósofo.” —José Ortega y Gasset.
Y también del servidor público, del periodista que investiga, del maestro que enseña desde la raíz. Hoy, más que nunca, no basta con decir: hay que hacer con alma y propósito. Y recuperar el gesto anónimo de quienes plantan sin esperar cosecha personal.
Dalle y bastón sobre un fondo natural: herramientas humildes de quien hace sin esperar elogios.
V. Raíces, savia y futuro
La fraga no interrumpe. No discute. Solo respira. Y en su respiración late una advertencia y una esperanza.
- ¿Estamos aún dispuestos a mirar con ojos nuevos?
- ¿A renunciar al ruido para recuperar lo esencial?
- ¿A caminar sin protagonismo, pero con sentido?
Quizás ya no se trate de buscar salidas, sino de reconocer los caminos que siguen ahí, cubiertos de musgo y flores, intactos, esperando nuestra lucidez, nuestra humildad… y nuestra responsabilidad.
Troncos vestidos de musgo en vertical: símbolo de lo que sostiene en silencio la vida y su porvenir.