Lo de Castaño y Nogal fue mi primer campo de trabajo internacional. No sabía exactamente lo que sería y lo que de verdad me encontraría, pues muchas veces lo que lees por internet no es siempre la verdad!!img_8584

Esperando a Antonio en el bar Centro de Becerreá me pregunté: «¿Que hago aquí?». La verdad es que tuve unas cuantas dudas, sobre todo porqué dos semanas pueden ser muy largas si no te llevas bien con los otros o con el trabajo. Tenía dudas, pero me había inscrito y tenía interés en saber lo que podría ser, lo que requiere participar. Única forma de saberlo.

Pero cuando llegué al colegio en el que estaba la sede y conocí a los otros voluntarios de SCI, ya estaba bastante segura de que lo iba a pasar muy bien! La mayoría tenía experiencia de otros campos y la organización de acogida también.

Lo que me esperaba era simplemente trabajar en la naturaleza, conocer a otros jóvenes como yo y una nueva región de España, compartir experiencias y opiniones, practicar otros idiomas o sea conocer a otras culturas y maneras de pensar de chicas y chicos de otras partes del mundo y de la zona del campo de trabajo.

¡¡Recibí mucho más!!

En el tiempo que estuve en Quintá, me he sentido como «una más» del pueblo. No creía que  personas que viven bastante aisladas como las de Quintá, podían ser así acogedoras con los extranjeros!

Lo que me quedará siempre en la mente sobre este campo será la bondad de la gente que encontré en la organización, vecinos cooperantes, mis compañeras y compañeros de otros países, las ganas de reír, las largas comidas, el sendero y la naturaleza de Galicia, las ganas de hacer algo concreto para la comunidad, algo que como bien dice Antonio no puede consistir en quejarse como hace la mayoría de la gente en Italia y en otros muchos países!

La convivencia con los otros voluntarios de SCI fue muy divertida, en pocos días ya éramos un grupo. Intentar despertar a los demás por la mañana, no era solo una tarea sino un placer. Mis amigos italianos todavía no se lo creen!…. porque la verdad es que me gusta mucho dormir! Pero en Quintá el tiempo siempre era poco….. siempre es así cuando te lo pasas bien! ¡Qué lástima! Tanto es así que, al final, sentíamos tener que marcharnos para regresar a nuestros países y ciudades de origen.

Lo mejor del campo de trabajo organizado por Castaño y Nogal no es que me quedan solo recuerdos y el resultado de un trabajo útil para los senderistas y vecinos de Cancelada, sino también unos cuantos amigos! ¡Gracias a todos!

Espero volver a veros, en Italia o España.

Anna Comini

Italia

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