La dirección técnica y miembros de la comisión organizadora de los campos de trabajo internacional de la Asociación Castaño y Nogal, junto con los voluntarios de SCI y cooperantes  regionales tenían entre sus objetivos descubrir y conservar todas las riquezas etnográficas que hubiera en las laderas y poblaciones por las que discurre la ruta de senderismo denominada Quintá-Río Donsal, en el municipio de Becerreá (Lugo), de 15,4 kilómetros de longitud, co inicio en O Couso y fin en Cabana del municipio de Cervantes.

Foto de la mina de Sevane, obtenida el pasado 30 de agosto, por A. Alvarez

Foto de la mina de Sevane, obtenida el pasado 30 de agosto, por A. Alvarez

Pues bien, un equipo que estaba realizando tareas de limpieza y colocación de estacas de señalización en el 4º tramo, entre Sevane y Buisán, localizó con la ayuda de unos vecinos de la primera, a menos de 20 metros del sendero y sin apariencia alguna de que la hubiera, una antigua mina en la aldea de Sevane, cuya boca estaba cubierta de maleza e inaccesible.

Informada la dirección de la Asociación, el vicepresidente de la misma, Antonio Álvarez González, se desplazó al lugar, y, tras indagar y mantener sendas reuniones con los vecinos de dicha localidad <Nicomedes y Carmen>, recorrió la misma en compañía de Flora Gómez Fernández, con la ayuda de una linterna y un pero la misma, constatando que se encontraba en buen estado y limpia, lo que constituyò una grata sorpresa para todos.

De vuelta a la aldea de Sevane, el vicepresidente de Castaño y Nogal mantuvo una conversación con Nicomedes, padre de Flora, quién le informó que él no recordaba a sus 87 años que hubierana trabajado en la mina de Sevane, la cual tiene otra boca más arriba, en la ladera Sur-Este de Sevane, una de ellas muy cerca de su casa, recordando, eso sí, por el boca a boca de sus antepasados, que la había explotado una compañía inglesa, suponiendo que lo que extraían era estaño o plomo, situando su operatividad en el siglo XIX.

 Foto de una de las bifurcaciones en cruz de la miina. Foto A. Alvarez

Foto de una de las bifurcaciones en cruz de la miina. Foto A. Alvarez

En el transcurso de la conversación, Nicomedes Gómez informó a Antonio Álvarez de la existencia de otras minas en poblaciones próximas, como en las aldeas de Casares y Buisán del municipio de Becerreá, así como en el de Higón del municipio de Cervantes.

Es obvio pues que este hecho pone, una vez más, de manifiesto el abandono absoluto por parte de la Xunta de Galicia y otras Administraciones del Patrimonio Historio gallego, la afalta de un inventario, así como de medidas concretas de conservación, teniendo que ser, una vez más, una asociación privada como Castaño y Nogal y unos voluntarios los que descubran y hagan accesible riquezas etnográficas como la mina de Sevane, así como uriceiras, molinos, minicentrales electicas, batanes, etc.

El descubrimiento de la mina es un atrativo más -ahora- del Sendero de Quintá-Río Donsal, cuyo acceso está previsto rehabilitar.

 Foto de la parte final de la mina. Foto A. Álvalrez

Foto de la parte final de la mina. Foto A. Álvalrez

Desde este blog felicitamos a todos los que han propiciado el descubrimiento de la antigua mina de Sevane, emplazando a las diferentes Administraciones competentes a que hagan algo por su conservación, para que no ocurra lo mismo que con el «Códice Calixtino» de la Catedral de Santiago de Compostela.

En este contexto, resulta inadmisible que el Castro de Sevane, existente en la parte alde de la aldea, con vistas impresionantes, esté absolutamente abandonado, cubierto, como es habitual, de maleza, sin que la consellería de Cultura, Diputación y Concello hagan nada por su conservación, en palabras de del vicepresidente de Castaño y Nogal, quién nos comentaba indignado la constatación de una desidia ya endémica con el patrimonio histórico, cuando es y debía de ser fuente de riqueza y de diversificación de la economía y del turismo rural y de Cancelada en particular.

José Ramón Vázquez Liñeiro
Perito-Tasador en Patrimonio Histórico

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