El Club Ancares Bike, con sede en Becerreá, programó para el sábado 18 de noviembre un recorrido de unos 30 kilómetros por Cancelada, incluyendo en el itinerario el 15 de los 18 km. del Sendero Quintá-Rio Donsal (PR-G 159), en el que participarán más de 25 ciclistas, la mayoría ellos por primera vez.

Partirán de la explanada de la sede de la asociación Castaño y Nogal en Quintá, a las 10 horas, finalizando en el mismo lugar entorno al mediodía, con lo que el recorrido ciclista será circular. El grado de dificultad es media.

Al término del recorrido, el Club Ancares Bike ofrecerá a los participantes una comida de confraternidad en las instalaciones de Castaño y Nogal, que colabora en el evento.

Este club ciclista pertenece a la Federación Gallega de Ciclismo y figura inscrito en la Real Federación Española de Ciclismo con más de 30 miembros, la mayor parte de ellos de la Comarca de Os Ancares Lucenses.

La asociación Castaño y Nogal acaba de realizar labores de limpieza y de mantenimiento de la Ruta Quintá-Río Donsal en la primera quincena de octubre, por lo que la transitabilidad está en buen estado, salvo que la climatología tire árboles en el recorrido.

La Comarca de Os Ancares Lucenses, la de Cancelada en particular, es un tesoro medio ambiental y paisajístico que espera desde hace diecisiete siglos actuaciones públicas de conservación y protección medio ambiental, cultural y etnográfico. Las Brigadas de Montes ni se les vio ni se les espera y eso que están cerca, tienen medios y fueron contratadas para la prevención y luchar contra los incendios forestales.

Invitamos a los que lo deseen a recorrer ese mismo día la ruta o bien a aplaudir a estos veteranos ciclistas de montaña, que nos honran con la elección de la senda del Donsal y poblaciones limítrofes.

Viniendo como bien habitualmente con medios de transporte, de repuestos, avituallamiento y prendas con distintivos del Club Ancares Bike, el paso por los pueblos, antiguos caminos de carro, senderos, valles, lomas, laderas y sotos de castaños será, sin duda, un espectáculo vivo, que forma parte de la sensibilización y su aprecio al medio ambiente y al paisaje natural.

Los ciclistas disfrutarán del paisaje otoñal de esta senda, con sus colores ocres, amarillos, marrones y algunos rojizos y verdes, así como de los líquenes de los árboles autóctonos y del musgo verde de peñas, rocas, ouriceiras y muros próximos al río Donsal, del silencio absoluto y de los sonidos de agua del río Donsal que semejan sinfonías.

¡Feliz recorrido!

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