• Carlos V convocó durante su reinado reuniones de las Cortes en ciudades donde había problemas o se pretendía llevar a cabo proyectos, afrontar disputas locales. y aprobar recursos para viajes, como el que iba hacer a Aquisgrán, donde sería proclamado como “rey de los romanos”.

  • Choca en pleno siglo XXI y etapa democrática que las diputadas y diputados y gobiernos de los últimos 42 años no contemplaron nada análogo desde 1978, con lo que, en esto, hemos retrocedido y es ejemplo y muestra de distanciamiento ciudadano y desinformación de la España vaciada, del rural y villas.

  • Lo más grave aún es que ninguno de los 17 Parlamentos de las Comunidades Autonomías españolas celebró sesiones ordinarias ni extraordinarias en ninguna ciudad, villa, pueblo o monasterio diferente a su sede institucional en las cuatro últimas décadas.

  • Una muestra de cercanía y sensibilidad en el siglo XVI y de alejamiento comparativo en el siglo XXI, de un Parlamento con diputadas-os elegidos democráticamente.

Como bien saben las amigas, amigos y seguidores de los sitios web y red de FB, la asociación Castaño y Nogal señaló dejó constancia en comentarios y reportajes anteriores, al hilo de la difusión / denuncia pública del abandono que viene sufriendo el rural, antes y después de aprobar el Estatuto de Autonomía de Galicia en 1981, que para conocer y afrontar los problemas de las carencias y potencialidades de las comarcas más deprimidas las señoras y señores diputados (75) del Parlamento de Galicia https://www.es.parlamentodegalicia.es/ celebraran alguna-s sesiones en una palloza de Piornedo, previa visita–recorrido por la sierra de Os Ancares.

Las reuniones puntuales fuera de su sede con alfombras, pupitres digitalizados, salones y despachos nobles les permitiría conocer las necesidades, problemas y oportunidades de la Galicia geográfica, orográfica, paisaje, tesoros y prioridades legislativas y gubernamentales no incluidas en los debates de su “foro irreal” de su sede institucional de la calle del Hórreo de Santiago de Compostela, en cumplimiento de sus deberes representativos, por lo que se les paga y bien, así como de sus promesas y soluciones -incumplidas- de las campañas electorales y mediáticas permanentes.

Está constatado y admitido que pasamos de un centralismo castellano–madrileño a otros autonómicos con menos sensibilidad –incluso- con los problemas de las comarcas con poca población que cuando se gobernaba todo desde Madrid. Ahora todo se ve en clave de votos… futuros y ocupación de espacio en medios… aunque no se diga ni aporte nada en pro de las mejoras del territorio, ciudadanos y contribuyentes, con lo que el abandono rural, la España y Galicia vaciada, consecuencia del distanciamiento progresivo de representantes y gobiernos autonómicos de los problemas locales va en progresión geométrica que no se resuelve con cuñas de opinión en los telediarios. Los problemas siguen y no se afrontan.

Volviendo al lugar de la cita inicial y reunión histórica convocada por el rey Carlos V en la sala capitular del convento de San Francisco de Santiago de Compostela, anteriormente denominado convento de Val de Deus, entre el 31 de marzo y el 12 de abril del año 1520, reuniones interrumpidas el día 4 de abril por la celebración de la semana santa, es un precedente que recobra actualidad y más con ocasión de los fondos europeos para España por la extraordinaria cifra de 140.000 millones de euros, para los que la Xunta de Galicia no tiene -ahora- proyectos para invertir el cupo asignado a Galicia.

Es inadmisible e intolerable que por no haber hecho el trabajo que tendrían que haber hecho, incluso trabajando en agosto, las conselleiras-ros tratan de “auto justificar” la falta de gestión, impulso y trabajo de planificación enviando cartas a ministras-dos del Gobierno de España pidiendo flexibilidad… y ampliaciones de plazos <que no habrá conforme a plazos fijados por Bruselas a países receptores> por falta de proyectos recibidos encuadrables en los requisitos fijados por la U.E. y Gobierno de
España, comunes para todas las autonomías, a lo que dedicaremos un comentario-editorial específico, como oportunidad perdida y problema muy, muy serio, que exige reacción ciudadana, empresarial y de las tres universidades gallegas.

Las fuentes consultadas de la época, dan cuenta de que en 1520 la ciudad de Santiago había planteado problemas de infraestructuras de comunicaciones, de servicios y de representación directa de Galicia al gobierno de Carlos V como el de la distancia y falta de comunicaciones con Valladolid, Madrid y otras ciudades. En esa época, la representación de Galicia la ostentaba la ciudad de Zamora, por lo que incluso expresaron al rey sus quejas el Arzobispo de Santiago Alonso III de Fonseca, los Condes de Villalba y Benavente, que solicitaron ser admitidos como ya tuviera con reyes precedentes, basándose en que Galicia ya había tenido voto en Cortes y debía ser recuperarlo por antigüedad y nobleza.

En el reinado de Carlos V las Cortes de Castilla no estaban representadas la totalidad de las ciudades, sino solo una parte. En concreto, en la fecha de la reunión celebrada en Santiago de Compostela, las Cortes estaban representadas por diputados de 16 ciudades y dos villas <de más categoría entonces, como eran Madrid y Valladolid>, es decir un total de 18 ciudades, entre las que no estaba Santiago, pese a lo cual el joven rey las reunió en la ciudad eclesiástica, episcopal, terciaria, con conventos, un hospital, una universidad y capacidad para albergar una Corte, pese a las malas comunicaciones de entonces, que no es el problema de desplazamiento de las señorías actuales, con lo que no hay excusa por esta causa.

La elección de Santiago como lugar para la reunión de las Cortes estuvo vinculada a la elección de A Coruña, por comunicaciones, lo que dio pie a reuniones primero en Santiago y luego 10 días después en A Coruña, desde donde se embarcó para ser coronado como rey en la ciudad alemana de Aquisgrán.

Carlos V tenía por entonces 20 años y fue el primer monarca de las Coronas de Castilla, Aragón y Navarra. Reinó en España entre los años 1516 y 1556.

El joven rey Carlos V con las reuniones de Cortes fuera de Madrid demostró que tenía más sensibilidad por el territorio y gobernados que las diputadas y diputados del Parlamento de Galicia 521 años después de aquellas reuniones históricas en Santiago y A Coruña, pese a ser un rey no elegido y una representación política afín, pero los hechos son los que son, la disposición y valentía del joven rey convocando Cortes fuera de la sede de la Corte y acudiendo personalmente donde había problemas con demandas y agravios comparativos contestación social es un precedente y un ejemplo a seguir por los miembros elegido del Parlamento de Galicia, alejados de la ciudadanía y del rural despoblado, síntoma de cobardía y de debilidad personal, prueba de dejación de funciones representativas e iniciativas en la Galicia del siglo XXI, lo que requiere una reflexión seria, auto crítica y valiente, que no se hará.



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