El pasado 15, 22, 29 y 30 de mayo grupos de senderistas de Lugo y de Pontevedra comenzaron a hacer salidas y recorridos por la ruta Quintá-Río Donsal, tras el largo confinamiento que paralizó -también- la práctica este deporte de mantenimiento.

El paisaje del sendero es propio de la primavera y de un entorno de bosque y vegetación autóctona, un cuadro vivo de especies en armonía, en flor, incluso la zona de tránsito, con más de 10 tonalidades de verde.

La transitabilidad de la ruta de las cuencas de los ríos Donsal y Navia fue un reto consolidado de los promotores e impulsores de esta senda, en el año 2020 y 2021 –en plana pandemia de covid 19- también, sabedores de que el confinamiento terminaría y las ganas de salir a oxigenarse y volver caminar eran obvias, la alcaldía del Concello de Becerreá y el presidente de CyN programaron trabajos de limpieza, conservación y mantenimiento habituales.

Algunos de los grupos fueron a comer luego a Navia de Suarna, otros lo hicieron en la propia senda y otro al Área Recreativa de O Cochoso en un soto de castaños cerca de Navia, al lado de la LU 722, donde degustaron comida artesana y empanada xouvas, entre otros manjares de la gastronomía gallega.

Una de las senderistas de Nigrán (Pontevedra), diseñadora de profesión, que trabaja on-line para firmas alemanas, tras una estancia de más de un año en Berlín, con la que compartimos recorrido y comida, quedó impresionada del paisaje y singularmente de los castaños.

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