Hemeroteca del 16 enero, 2023

Hoy domingo 15 de enero de 2023 asistimos en Quinta a la primera parta de una matanza artesanal o sacrificio del cerdo, que continuará mañana y días siguientes con las labores de despiece, conservación <salación>, de trituración de carne para embutidos, de diversas clases, de eliminación de grasa, ahumados en la lareira y otras labores habituales en la comarca de Cancelada.

La matanza en el domicilio de los labriegos y casas rurales -para autoconsumo- representó en su día, junto con la malla del centeno y trigo, una de las tareas en comunidad más ancestrales en la comarca de Os Ancares Lucenses y en la parroquia de Quintá de Cancelada, que formaron parte de la cultura popular, símbolos a su vez de una economía de autoproducción y de autoconsumo, como antaño.

La matanza presenciada esta mañana fue lo más parecido a la ancestral tradicional por esta zona de la montaña lucense, por el perfil y número de los participantes: tres miembros de la casa de Quintá, allegados, familiares y vecinas de pueblos limítrofes de A Cortella, Buisán, Sevane y O Cousín, del municipio de Becerreá, y tres profesionales del sacrificio del cerdo del municipio lucense de O Incio.

Por la tarde, después de comer, no podía faltar la caminata por tramos de la ruta Quintá-Río Donsal, acompañado del perro mastín pancho, con escasa lluvia, temperatura agradable y sendero en perfectas condiciones de transitabilidad, con hojas secas en el suelo, en proceso de transformación en abono, castaños y robles sin hojas que permitían al senderista contemplar la gran cantidad de liquen adherido a troncos y ramas de los árboles autóctonos, semi oculto en otras estaciones y épocas del año.

Durante el recorrido por la zona de Novais y Escobio contemplamos y percibimos los clásicos sonidos relajantes de regatos y fuentes, que semejaban sinfonías de agua de una orquesta natural de rocas, mini presas, caídas en desniveles que configuran en el imaginario una orquesta con instrumentos con pianos de agua, envolviendo al caminante en un mundo de belleza natural y de sonidos relajante que era estímulo para los sentidos y de nuevos recorridos.

En la subida al monte de Aguillón, fuera del itinerario de la senda, con excelentes vistas, contemplamos los colores del arco iris, que parecía apoyarse en la sierra de Tucende, en un momento de sol, que permitía divisar la nieve en los piscos de la Sierra de Os Ancares, que fotografiamos y enviamos a nuestra amiga María Pompeya a Chaves – Argentina, con vínculos de sus ancestros con este núcleo de población, con un castro celta de doble pared.

Día pues de desconexión herculina de la presión de medios, de telediarios y noticieros simples, de sobre saturación de lo negativo en el tiempo escaso disponible, mientras la naturaleza sigue su ciclo, el agua y la vida en Quintá de Cancelada también.

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